La UNSA posee una base de datos desactualizada de las organizaciones estudiantiles dedicadas a investigar, en su página web, se enlistan 25 agrupaciones, sin embargo, durante el trabajo de campo se constató que muchas de ellas estuvieron vigentes en el primer quinquenio del 2000. Para confirmar la información recurrimos a La Oficina de Investigación de la Universidad, pero esta unidad no posee información de las organizaciones académicas.
Con el apoyo de 15 estudiantes de la UNSA, se logró identificar 34 organizaciones académicas. El 79% pertenece al Área de Sociales, 18% al área de Ingenierías y 3% al área de Biomédicas. Entre las organizaciones académicas mapeadas, predominan los círculos de estudios (41%), seguidas de centros de estudiantes (29%), grupos de investigación (21%) entre otras organizaciones (8%).
Las organizaciones académicas registradas se dedican principalmente a la organización de eventos académicos, a la discusión y reflexión al interior del grupo, este tipo de actividades son más frecuentes porque los recursos que necesitan movilizar (locales, expositores, publicidad, etc.) son menores en comparación con los necesarios para desarrollar investigación. Son escasas las organizaciones que publican (en) revistas o boletines, entre ellas destacan: el Centro de Estudiantes de Antropología Física (CEANFI), el Centro de Estudiantes de Derecho, Contranatura La Revista, SumacRumi y el Centro de Estudios Antropológicos Luis E. Valcárcel.
Entre las organizaciones que manifiestan realizar investigación (73%), la mayoría se apoyan fuertemente en la revisión bibliográfica para producir textos o ensayos. Existen pocas investigaciones experimentales o que incluyan trabajos de campo en periodos considerables. El presupuesto de las organizaciones es limitado y sus integrantes reconocen no tener mucha información ni entrenamiento para ello. Un recurso al que suelen recurrir es la búsqueda de asesorías de parte de docentes o empresas.
Las principales limitaciones para investigar percibidas por las organizaciones encuestadas son: 1) Escaso presupuesto con el que cuentan 2) Limitado o nulo asesoramiento 3) Escaso entrenamiento en técnicas de investigación y 4) Ausencia de equipamiento para el desarrollo de experimentos principalmente en las carreras de ingenierías y biomédicas.
Por otro lado, en la Universidad no existen programas cuya prioridad sea impulsar la investigación entre los estudiantes. El responsable de la Oficina de Investigación Universitaria de la UNSA, señala que los fondos del canon se destinarán a programas de estímulo a la investigación docente. En los próximos años no hay perspectivas de cambio en esta situación.